La energía solar fotovoltaica se caracteriza por ser una energía 100% sostenible para el medio ambiente. Se trata de una energía renovable, limpia e inagotable, de ahí que cada vez más personas e instituciones apuesten por este tipo de energía.
Su principal aplicación es la producción de electricidad a partir de la radiación solar. Esta energía ofrece múltiples ventajas, desde el uso de una energía limpia hasta una considerable reducción de la factura eléctrica.